Autor para correspondencia: Lara-González César

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El impacto del cambio climático es una consecuencia de la actividad humana y se puede apreciar con alteraciones de los sistemas físicos y biológicos de las zonas costeras, de cultivos, humedales, páramos y los nevados, de igual forma en los cambios de temperatura, precipitaciones pluviales, sequías más frecuentes que provocan desplazamiento y extinción de especies. También se observa a nivel socioeconómico, donde se evidencia problemas con la salud pública por la falta del recurso hídrico, la seguridad alimentaria y la producción agrícola y ganadera.

Se encuentra bien documentado que la producción ganadera influye sobre el cambio climático, al emitir gases de efecto invernadero como el metano y el óxido nitroso. Las actividades del campo, incluyendo la producción animal, representan alrededor del 10 al 12 % de las emisiones mundiales. Parte de la energía ingerida en el alimento se pierde en forma de metano, y no es transformada en productos (leche, carne), además de las emisiones al ambiente, se tienen pérdidas económicas como los alimentos que representan el mayor costo en la producción en rumiantes, además la producción de alimentos genera movilización de recursos naturales tal como: tierra, agua, combustibles fósiles, fertilizantes, entre otros, lo que afecta varias dimensiones de la sostenibilidad de los sistemas de producción. También existen pérdidas de metano por la producción del estiércol para esto se sugiere la producción de biogás y con relación a las dietas se deben considerar cambios que aumenten la digestibilidad de los alimentos.

Sin embargo, la producción animal es un componente importante para la seguridad alimentaria; mediante ella se obtiene productos tales como leche, huevos y carne, que son parte inherente de la nutrición y seguridad alimentaria mundial. La generación de estos productos es elevada y tiende a crecer sustancialmente con el aumento de la población y de los ingresos medios por persona.

Por otro lado, se observa que el cambio de clima afecta a la producción ganadera al impactar sobre la nutrición, el acceso al agua y la salud animal. La salud animal puede verse afectada por eventos como el cambio de clima y temperatura por consecuencia aumenta la posibilidad de emergencia de enfermedades infecciosas, algunas transmitidas por vectores.

Dentro de los sectores más vulnerables a los efectos del cambio climático son los del sector primario (agricultura, pesca y ganadería), principalmente los ubicados en países en vías de desarrollo ya que dependen en mayor proporción de su producción para sobrevivir. Arteaga y Burbano (2018) mencionan que en Colombia los próximos 90 años los sectores con mayor impacto por el cambio climático serán la ganadería, la agricultura y la pesca. Se espera que en promedio el sector ganadero tendrá pérdidas anuales en la producción de peso vivo de carne y leche de 1,6%, mientras que en el sector agrícola se espera una reducción del 7,4% en los rendimientos de los cultivos de maíz, arroz y papa. Finalmente, en el sector pesquero, se pronostica una disminución de la carga desembarcada del 5,3%.

En general los sistemas de producción ganadera, el cambio climático y la salud humana y animal están relacionados entre sí por mecanismos complejos que interactúan.

Como muchos sabemos, hoy en día es más común encontrarnos con escenarios críticos de escases de agua en los ranchos ganaderos consecuencia del cambio climático. Esta escases impacta directamente la productividad del ecosistema, el cual modifica el desarrollo y comportamiento de la fauna y flora, consecuentemente se ve afectada la base de sustentación del ganado por tanto los animales tiene que caminar largas distancias para conseguir alimento y agua, además de soportar altas temperaturas y humedad, por lo que se ven afectados sus parámetros productivos como la conversión y eficiencia alimenticia, ganancia diaria de peso y así como los parámetros reproductivos como porcentaje de fertilidad y preñez, servicios por concepción, días abiertos, partos por año, entre otros.

Como se ha mencionado, la ganadería enfrenta escenarios climáticos de riesgos creciente. Según Lok (2012) entre los principales efectos del cambio climático sobre la ganadería pueden ser:

• Mayor frecuencia en los eventos climáticos extremos.
• Aumento el nivel del mar, lo que sería una amenaza para la ganadería de las costas.
• Las zonas climáticas y agroecológicas se modificarían, obligando a los ganaderos a adaptarse y poniendo en peligro la vegetación y la fauna.
• Empeoraría el actual desequilibrio que hay en la producción de alimentos entre las regiones templadas y frías y las tropicales y subtropicales.
• Avanzarían plagas y enfermedades portadas por vectores hacia zonas donde antes no existían.
• Disminución generalizada de la disponibilidad de alimentos debido a la merma en la producción del potencial de biomasa en los pastos y otros cultivos.
• Disminución en la disponibilidad de agua para el consumo directo por los animales provocando su deshidratación.
• Reducción de las condiciones de confort y salud de los animales de crianza.

En general se presentan afectaciones en la productividad del ganado por los aspectos anteriormente referidos además de elevadas pérdidas por mortalidad.

Estrategias en ganadería que puede ayudar a disminuir el impacto del cambio climático

De acuerdo con Milagros (2011) existen tres premisas para tratar de resolver el problema de la ganadería y el cambio climático:

PRIMERA: producir en el sitio biomasa suficiente en cantidad y calidad para la alimentación de los animales.

SEGUNDA: que los sistemas de alimentación contribuyan a mitigar el cambio climático no solo en el cuidado del suelo, el agua y el entorno, sino que las dietas empleadas reduzcan las cantidades de metano y esto es posible con especies arbóreas (silvicultura) al optimizar la digestibilidad de los nutrientes haciendo uso eficiente de la energía.

TERCERA: lograr un producto de calidad para la salud humana.

Por otro lado, Oyhantcabal y colaboradores (2011) enlistaron estrategias que ayudaran en la adaptación de la producción animal al cambio climático la cuales se nombran a continuación:

1. Introducir cambios en el manejo, las tecnologías y la infraestructura, por ejemplo:

1. Proteger los pastizales y su biodiversidad de la degradación.
2. Establecer estrategias de vigilancia y respuesta rápida frente a las amenazas para la sanidad animal y vegetal.
3. Utilizar buenas prácticas de uso de los suelos para minimizar los riesgos de erosión.
4. Aumentar la disponibilidad, en cantidad y calidad, de agua para el ganado.
5. Utilizar genotipos de mayor resistencia a impactos como la sequía y la mayor presión de vectores de enfermedades.
6. Realizar reservas forrajeras para épocas de crisis.
7. Mejorar la distribución de la sombra y el abrigo para el ganado y promover sistemas silvopastoriles.

1. Fortalecer las actividades de investigación, desarrollo y transferencia de tecnología.
2. Desarrollar sistemas de información y soporte para la toma de mejores decisiones a nivel de sector público y actores privados (usar información meteorológica de calidad, incluidos los sistemas de alerta temprana.)
3. Desarrollar y generalizar el uso de seguros agrícolas adaptados a riesgos climáticos.
4. Mejorar el ordenamiento territorial y proteger los servicios ecosistémicos, el funcionamiento de las cuencas hidrográficas y la biodiversidad.
5. Desarrollar las capacidades institucionales adaptativas y coordinación a nivel nacional y local. Esto quiere decir adecuar las organizaciones y las normas y crear capacidades nuevas para ser más eficaces en la atención del cambio climático. El fortalecimiento de la institucionalidad y la capacitación es un gran paso en esa dirección.

El impacto del cambio climático es una consecuencia de la actividad humana y se puede apreciar con alteraciones de los sistemas físicos y biológicos de los ecosistemas, donde se evidencia problemas con la salud pública por la falta del recurso hídrico, la seguridad alimentaria y la disminución de la producción agrícola y ganadera. Por otro lado, la producción animal es un componente importante para la seguridad alimentaria; mediante ella se obtiene productos tales como leche, huevos y carne, que son parte inherente de la nutrición y seguridad alimentaria mundial. Así mismo se observa que el cambio de clima afecta a la producción ganadera al impactar sobre la nutrición, el acceso al agua y la salud animal. Se deben implementar estrategias que ayuden en la adaptación de la producción animal al cambio climático.

Bibliografía

Arteaga, L. y Burbano, J., 2018. Efecto del cambio climático: Una mirada al campo. Revista de ciencias Agrícolas. 35(2): 79-91.

ICAR-UAMEX. 2019. Experiencias ganaderas, agrícolas y forestales en la conservación de los recursos naturales. Primera edición. Pág. 33.

Milagros de la C. M. 2011. Cambio climático, afectaciones y oportunidades para la ganadería en Cuba. Revista Pastos y Forrajes. 34 (2), Pág. 127-144.

Oyhantcabal, W., Vitale, E. y Lagarmilla, P. 2011. El Cambio Climático y su Relación con las Enfermedades Animales y la Producción Animal (Tema técnico presentado en el marco de la 20ª Conferencia de la Comisión Regional de la OIE para las Américas). XV Congreso Latinoamericano de Buiatría. XXXIX Jornadas Uruguayas de Buiatría.